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Corresponsabilidad = responsabilidad de todos o responsabilidad ¿de quién?
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Corresponsabilidad = responsabilidad de todos o responsabilidad ¿de quién?
Este post queremos dedicarlo a todas aquellas personas o empresas que están involucradas o que quieren involucrarse en actividades de responsabilidad social. Si tú eres una de ellas, queremos compartirte nuestra experiencia -la cual incluye errores y aciertos- ya que puede servirte para cuando inicies tu programa. Una de las primeras lecciones que aprendimos, y que debes tener en cuenta, es la importancia de garantizar que exista corresponsabilidad entre tú o tu empresa y los beneficiarios del programa que vayas a implementar.
Pero, ¿qué es corresponsabilidad? Según la Real Academia de la Lengua Española, la palabra "corresponsabilidad" significa responsabilidad compartida. Es decir, que en cualquier programa o proyecto que vayas a ejecutar, debes siempre compartir responsabilidades con los beneficiarios.
Te pondré un ejemplo cercano a Grupo CASSA. En la empresa tenemos un programa de responsabilidad social que desarrollamos en zonas cañeras y se llama Aliados de la Comunidad. Los beneficiarios son habitantes de comunidades agrícolas quienes, a pesar de que al principio se les hizo difícil, poco a poco fueron asumiendo responsabilidades y liderando iniciativas de desarrollo.

En la actualidad, cada vez que ejecutamos un proyecto de infraestructura, ya sea de introducción de agua potable, construcción de alguna calle o de una sede de salud, compartimos responsabilidades con la comunidad. Ellos se encargan de identificar sus prioridades, cotizar materiales, buscar contrapartes y, cuando llega la hora de edificar, ellos mismos trabajan en la construcción (preparando mezcla, pegando ladrillos, etc.) y hacen realidad lo que antes era un sueño.


Esto no siempre fue así. Cuando llegamos encontramos personas con una marcada necesidad asistencialista, encontramos personas que esperaban que otros decidieran lo que ellos necesitaban, que otros hicieran por ellos lo que ellos aún no sabían que podían hacer por sí mismos. Ante esa situación, decidimos intentar cambiar esa perspectiva gradualmente, involucrándolos desde el principio en cada decisión, capacitándolos y brindándoles las herramientas para que se convirtieran en protagonistas de su propio desarrollo.

Así seguimos caminando, a veces equivocándonos juntos, pero, sobre todo, desarrollándonos juntos: porque sabemos que cada error cometido es una gran oportunidad para acertar la siguiente vez, siempre y cuando exista una responsabilidad compartida.
De manera que si al principio no consigues esa corresponsabilidad tan importante, no te rindas porque con empeño y dedicación siempre se alcanza. Te lo decimos nosotros que seguimos aprendiendo.