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Por amor y por vocación: más de 10 mil Km recorridos desde la República Checa hasta El Salvador. Parte 2

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Por amor y por vocación: más de 10 mil Km recorridos desde la República Checa hasta El Salvador. Parte 2

En el post anterior entrevistamos a Milan Klimo, un ingeniero agrónomo checo de 43 años quién, actualmente, se desempeña como Encargado de Cultivos en Grupo CASSA. Conversamos sobre su infancia y juventud en la República Checa y su amor por la agricultura; la forma en que llegó a El Salvador y sus primeras impresiones de nuestro país.

Milan asegura que es un amante de los pichardines, la semita alta y el pan dulce; ya que en su país, normalmente, los postres se comen únicamente en Navidad y ocasiones especiales, así que el hecho de poder disfrutar de estos manjares a diario, hechos con azúcar 100% salvadoreña, lo hacen muy feliz.

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En este segundo post continuaremos hablando sobre su adaptación al país, y también conoceremos sobre su trabajo en Grupo CASSA y los proyectos que realiza en su labor agrícola…

CC: Nos contabas que llegaste a El Salvador solamente con una mochila y cuatrocientos dólares en el bolsillo, ¿qué es lo que más te gusta de nuestro país?
MK: la gente, la calidez de las personas y su laboriosidad. Y también me gusta mucho la comida salvadoreña, sobre todo las sopas y el pan dulce.

CC: ¿Qué fue lo más difícil en tu adaptación al país?
MK: lo primero el idioma porque hablaba muy poco español. También me costó entender algunas cosas culturales, por ejemplo las calles abarrotadas de desechos y ver a las personas tirar la basura en la calle o en cualquier lado, porque eso no sucede en mi país. Otra cosa que se me hizo difícil entender fue observar el irrespeto entre las personas porque muchos se insultan o se dicen apodos y malas palabras.

MAPA REP CHECA-ES

CC: ¿Cómo fue que llegaste a Grupo CASSA?
MK: desde que llegué a El Salvador solo había trabajado dando clases de inglés en la Academia Europea, lo cual me sirvió para aprender español. También trabajaba haciendo algunas traducciones pero quería trabajar en el campo. Cuando logré dominar el idioma español empecé a buscar trabajo pues necesitaba ganar dinero también. Envié mi curriculum cuatro veces a Grupo CASSA y hasta la cuarta vez, en el 2013, se me abrió la oportunidad de trabajar aquí, ya que la empresa estaba desarrollando un proyecto en el que necesitaban a alguien con experiencia en otros cultivos.

CC: ¿En qué consiste ese proyecto que tú manejas?
MK: Las áreas estratégicas en las que trabajo son tres. Primero, el proyecto de Hacienda El Carmen en Nahulingo, donde estamos cultivando cacao, además de pasto y heno para ganado, esto con el objetivo de incursionar en cultivos que aporten a la protección de los recursos naturales de la zona.
También tenemos el proyecto de bosques energéticos donde sembramos sobre todo eucalipto, y que servirán para generar energía eléctrica limpia: estos los desarrollamos con el aval del Ministerio de Agricultura y Ganadería, y del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Finalmente, tenemos el proyecto de zona protegida de Chilanguera, en el municipio del mismo nombre ubicado en San Miguel, donde estamos trabajando para reforestar un bosque natural de 520 manzanas que, en su mayor parte, estaba abandonado y talado; pero que ahora está comenzando a reverdecer y a tener biodiversidad. Este último proyecto surgió como compensación ambiental por la construcción de una nueva caldera y de una subestación de switcheo que se utiliza para transferir la energía generada por Ingenio Chaparrastique a la red nacional.

El cacao es uno de los cultivos con los que trabaja Milan Klimo. Aquí vemos un árbol de cacao.
La semilla de cacao se fermenta y luego se pone a secar, antes de ser procesada y convertirse en chocolate.

CC: ¿Qué es lo que más te gusta de tu trabajo?
MK: lo que más me gusta es la diversidad, el contacto con la gente y la naturaleza. Es gratificante trabajar en proyectos que, de una u otra forma, son de beneficio para las comunidades y los recursos naturales. Por ejemplo, los bosques energéticos favorecen la biodiversidad y generan microclimas; de hecho, muchas especies de insectos y animales como cotuzas, conejos, culebras, venados y coyotes se van a vivir allí, además crece pasto y otras plantas que sirven de alimento para ellos. En otras palaras, se está creando todo un ecosistema allí dentro. Hacer todo esto me hace sentir convencido de que "estoy donde debo estar".

Bosque energético de eucalipto, el cual también sirve como hogar para conejos, culebras, cotuzas y venados, entre otros animales.

Y así finalizamos nuestra conversación con Milan Klimo, quién afirma que El Salvador es su nuevo hogar y que no tiene planes de cambiar este país por ningún otro.

Nombre: Milan Klimo.

Edad: 43 años.

Profesión: Ingeniero Agrónomo.

Ocupación: Encargado de Cultivos.

Estado civil: casado.

Hijos: 3, Milan Nicolás de 11 años, Florence Sofía de 7 y Pavel Joseph de 3 años de edad.

Libro favorito: La Biblia y "Yo que he servido al rey de Inglaterra" de Bohumil Habral.

Canción preferida: Come on feel the noise (Quiet Riot).

Películas que más le gustan: Sci Fi, Star Trek, Blade Runner y The fifth element.

Grupo o cantante favorito: Nirvana.

MILAN